lunes, 8 de noviembre de 2010

Happy Diwali!

Otro año más el festival de las luces me pilla en el sur de la India, donde al parecer se celebra con mucha menos pompa y estruendo que en el norte. Aún así, llevamos cuatro días bajo el atronador efecto de petardos, tracas y fuegos artificiales. El derroche de explosivos se justifica por la necesidad de ahuyentar a los malos espíritus de modo a que prevalezca el bien. Tal vez haya funcionado la estrategia, porque hay que ver lo tranquilos y apacibles que hemos quedado desde que se terminaron las fiestas...

Lo más gracioso sin duda ha sido que mientras todo el vecindario resplandecía con sus guirnaldas de parpadeantes luces multicolores (como las que usamos nosotros en Navidad), a nuestro edificio se le fue la luz. El parón nos duró buena parte de la tarde, pero no fue óbice para que nos desanimásemos. Al contrario, aprovechamos la coyuntura para encender unas lamparitas de aceite y así celebrar nuestro Diwali casero, modesto a la par que tradicional. Una imprudencia que no volveremos a cometer en el interior de la casa: los apenas cinco minutos de contemplación de las llamitas fueron lo suficientemente largos como para dejarnos de recuerdo un manchurrón pardusco en la pared. No hay mal que por bien no venga: así nos acordaremos de Diwali durante todo el año...

Con algo de retraso, os deseo a todos un Feliz Diwali.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Happy Hippy Hampi!

Dice un refrán inglés que si quieres un trabajo hecho, mejor se lo des a una persona ajetreada (o algo así): "if you want something doing, give it to a busy man". Mal que me pese, he de darle la razón a los ingleses.

El año pasado, me quejaba de trabajar a estajo y de no tener ni medio segundo para mí misma. Parece que estoy destinada a vivir en los extremos: este año viene a ser la antítesis del 2009. Nunca en la vida había tenido más tiempo libre que ahora, ni me había visto más improductiva. Sólo trabajo tres mañanas a la semana: eso cuando no me cancelan mis clases por algún acontecimiento extraordinario. El elenco de justificaciones para saltarse clase es infinito: un acontecimiento deportivo, una inspección general de dormitorios, una competición inter escolar y extra curricular, unos ensayos generales, el cumpleaños de alguna Deidad hindú...  En fin, cualquier excusa es buena para no pegar golpe.

Sin ir más lejos, echémosle un vistazo a mi agenda del último mes: o sea, desde mi cumpleaños hasta hoy (Dios, cómo pasa el tiempo). El 23 de septiembre di mis últimas clases, porque a partir del 24 mis alumnos estaban de exámenes parciales por dos semanas. Bueno, miento: di seis clases en las últimas tres semanas, ya que mis alumnos de bachillerato no tienen parciales hasta el 25 de octubre. Nada más terminar los parciales, todos los alumnos se fueron de excursión campestre durante cuatro días. Y nada más volver, estuvieron de vacaciones por la festividad de Dushera. Así que las clases no se reiniciaron hasta este martes, 19 de octubre. Claro que como yo sólo trabajo los lunes, jueves y viernes, todavía sigo ociosa. Mañana se me acaba el chollo y, aunque estoy deseando volver al cole, igual se me hace cuesta arriba tener que dar seis clases consecutivas. Me va a dar algo: ¡el equivalente a la carga laboral de todo un mes en un solo día! Menos mal que dentro de dos semanas vuelvo a descansar. No es broma:  las vacaciones de Diwali están a la vuelta de la esquina. Después, otras tres semanas de clases y otro "descansito": nada, un mes y medio no más, cuestión de celebrar la Noche Buena y reponerse de la Vieja.

Sarcasmos aparte, la mayor ironía es que con todo este tiempo libre que tengo entre manos, llevo un mes sin subir un post, tengo un Everest de correo pendiente y, por supuesto, la casa sin barrer. De verdad, no sé dónde se me van las horas. Ahora comprendo por qué los jubilados no tienen tiempo para nada.

Mientras mis alumnos se iban de excursión, decidí que para mí también había llegado la hora de romper con la monotonía del "non-far-niente". Con Amjad y un par de mochilas, me fui a pasar cinco días en un paraíso natural y arqueológico llamado Hampi.

Hampi se encuentra en el estado de Karnataka, a 353 kilómetros de la capital, Bangalore (se encuentra algo más cerca de Goa, por lo que la mayoría de turistas, mayoritariamente israelíes, proceden de allí). Nosotros llegamos en tren, a la estación de la ciudad vecina de Hospet, tras unas 15 horas de viaje desde Bangalore (obviamente, no era un expreso). El billete de ida y vuelta sale por unas 300 rupias en "sleeper class" (no llega a cinco euros). Desde Hospet, caminamos un kilómetro para llegar a la estación de autobuses. El bus cuesta 13 rupias y tarda media hora en dejarte en pleno centro del Hampi Bazaar.
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El bazar está a las puertas de las ruinas y ofrece muchos albergues y restaurantes. Los albergues son de lo más básicos y no están demasiado limpios. Otra desventaja de alojarse en el bazar es que tienes que convivir  con el ruido y con el fragrante estiercol de vaca. Nosotros sólo hicimos una noche en el pueblo, en la Gopi Guest House (300 rupias por una habitación doble). Al otro lado del río, se encuentran los mejores alojamientos y las mejores vistas. Recomendamos Shanti Guest House por su relajado ambiente y sus deliciosas pizzas. El pequeño restaurante al borde de los arrozales es de lo más apacible, sobre todo por la noche, cuando sólo se oyen los grillos y el murmullo del agua (eso, cuando los israelíes se callan). Los precios de las habitaciones y bungalows son negociables: la página web pone que las habitaciones cuestan 600 rupias y los bungalows, 1200. Al final, nos ofrecieron el bungalow por 800 rupias y las habitaciones por 300 (sin vistas) o 400 rupias. Nos decantamos por el término medio: es lo que tiene trabajar a tiempo parcial, que no se gana para bungalows. Pero no me pesa, porque la habitación estaba muy bien, con tumbona y todo.


El único inconveniente es que para acceder a la guest house tienes que cruzar el río y  eso sólo se puede hacer por barca (15 rupias por persona). El servicio se termina a las 18:30. Para cruzar por tierra, el puente queda a 50 kilómetros.
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Vistas desde las dos orillas

Las ruinas de Vijayanagara, la capital del antiguo imperio, son muy interesantes y se pueden visitar tranquilamente en dos días. Puedes alquilar bicicletas por 40 rupias para todo el día, o bien  contratar un rickshaw (350 rupias por media jornada). Casi todos los templos se pueden visitar gratuitamente (yo siempre hablando de la pela, ¿eh?), salvo el templo del Loto, el establo de los elefantes y el templo Vitalla. Los indios pagan 10 rupias por entrar y los extranjeros, ya sean turistas o no, pagan 25 veces más. Ojo: el templo de Vitalla no está en el mismo recinto que el del Loto y el establo de los elefantes, pero puedes visitarlos en el mismo día pagando una sola entrada: si no, te toca volver a pagar, como les pasó a dos despistados que yo me sé...
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Con esto y unas fotos, os dejo por hoy: ¡que ya va siendo hora de barrer la casa!

lunes, 20 de septiembre de 2010

¡Otro más!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Teachers' Day (segunda parte)

Pues sí, continúan los agasajos del "día del maestro" en la India. Como la festividad caía en domingo, los alumnos decidieron prolongar la celebración este lunes. Nos convocaron a todos en asamblea general para la entrega de rosas y tarjetas personalizadas. 


Acto seguido, nos llamaron a unos cuantos al escenario (incluida esta servidora) para someternos a un pequeño "quiz" y demostrar irrefutablemente lo que yo ya me suponía de antemano: que los profes no somos ni más listos, ni más espavilados que un alumno de quinto. Aquí os dejo con un botón de muestra, para que vosotros también podáis medir vuestro "codeficiente" intelectual.

1. Enero tiene 31 días. Marzo tiene 30. ¿Cuántos meses tienen 28 días? (No os emocionéis que esta era de las facilonas).

2. ¿Cuántas veces puedes sustraer 5 a 25?

3. ¿Por qué los esquimales, que son tan buenos cazadores, nunca matan a los pingüinos? (Esta se la sabía el Señor Rector).

4. Nombra tres días consecutivos sin utlizar las palabras lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. (Esta me la sabía hasta yo).

5. En inglés: ¿qué palabra tiene tres parejas consecutivas de letras duplicadas? (Esta es jodida y no la acertaron ni los profes de inglés).

Nos reímos un rato y aún hubieron más risas después, cuando nos pusieron un vídeo (creado por los alumnos de decimoprimero, que viene a ser el equivalente de nuestro tercero de bachillerato cuando aún existía el COU) en el que los chavales aparecían imitando a personalidades magistrales de nuestro cuerpo docente: espectacular.


En fin, que fue muy divertido... pero, ¡otro día sin pegar golpe! Yo no sé cómo me las voy a apañar para cubrir el temario, no sé, no sé...

PD: Mirad qué detalle. Me han dedicado la tarjeta en español. Transcribo literalmente: "Maestro feliz señora Isabel días" -aquí se nota la mano del traductor de Google- "Eres como una vela - te consume a ti mismo para iluminar el camino para otros".


PPD: 1. Doce: todos los meses tienen veintiocho días; 2. Una sola vez; 3. Porque los esquimales viven en el polo norte y los pingüinos en el sur; 4. ayer, hoy y mañana; 5. Bookkeeping.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Happy Teachers' Day!

El blog parecía muerto, pero como el ave Fénix resucita de entre sus cenizas... ¿Y a qué se debe este milagro? ¿Y este cambio de look?

El milagro se debe a un niño de doce años que me ha enviado esta felicitación a través de Facebook (los niños de hoy son los reyes de la red):


(Traducción: Por su paciencia y cariño, por sus amables palabras y por compartir, tan sólo quiero decir: ¡Gracias!")

Anshuman es uno de mis alumnos de español, de séptimo. Trabajar como profe es una experiencia increíble. He tenido muchos trabajos interesantes en el pasado, pero ninguno me ha resultado tan gratificante como este.

Aunque ellos no lean esto (espero), quiero dar las gracias a mis alumnos por tantas alegrías que me dan cada día. Parecerá una exageración, pero no lo es: me han cambiado la vida de tal manera que me ha parecido oportuno estrenar capítulo en mi blog. De ahí la nueva imagen, para marcar el cambio: ¡empiezan las aventuras y aventurillas de una profe en la India!

(PD: Aprovechando mi escandalosa asignación de vacaciones, prometo compensar por estos seis meses de silencio).

viernes, 19 de febrero de 2010

El viaje sigue...

Mis ultimas palabras desde Dublin, sin tildes ni enyes. Ya me voy, contenta, con los deberes hechos y la leccion aprendida.

Manana cumplo con mi primer cometido del 2010: Volver a la India. Aterrizo en una ciudad que solo conozco de nombre. Empieza como una detonacion y termina como un amor.

domingo, 14 de febrero de 2010

Una flor muy especial

Una castellonense en El Mundo...

Mira qué pequeño es el mundo que hasta una se encuentra en él...

Mil gracias a Sandra y a su redactor jefe por el mega reportaje.

sábado, 13 de febrero de 2010

Poniéndome al día...

Parece que ya voy cumpliendo con mis resoluciones de año nuevo: ¡por fin he puesto mi blog al día!

Trapicheando, claro: he optado por subir más fotos que texto (una imagen vale más que mil palabras, ¿no?) y alguna trampa he hecho con las fechas... Bueno, pero lo importante es cumplir: con estos últimos posts, ya puedo dar por concluido este blog.
Queda tachada de la lista mi tercera resolución; de cerca le sigue mi primera...
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viernes, 12 de febrero de 2010

Viajar sin brújula

Precisamente ahora que me disponía a cerrar el blog, va y se pone de moda...

Gracias Brenda, de "Viajar sin brújula", por tu bonito artículo.
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domingo, 31 de enero de 2010

Decálogo 2010

Técnicamente, aún estamos a tiempo para las resoluciones de año nuevo. Además, en el 2009 formulé mi decálogo en abril, con lo que hacerlo el 31 de enero, ¡ya es mucho progreso!

Pero primero toca echarle un vistazo al año pasado y hacer balance. Como ya dije en mi anterior post, el 2009 fue un año más malo que malo. Vamos, que la pérfida Ángela Channing del Falcon Crest se le queda corta. Claro que hasta los más malvados tienen su corazoncito, con lo que el 2009 no sólo me trajo un montón de frustraciones, derrotas y sinsabores. También la suerte me sonrió con grandes y hermosas sorpresas, amistades fuertes y curtidas por las desilusiones compartidas , y una felicidad de última hora tan merecida cuan inesperada.

Con todo, he conseguido cumplir más de una promesa.

De mis lecturas: cumplí con mi primer mandamiento (fue fácil), pero quedó pendiente mi tercero (aún estoy a tiempo de remediar).

Lo de mantener vivo el blog me resultó imposible. Pasé de mis "post-its" de agosto al cero más absoluto, lo cual no es todo lo malo que parece. Le quité tiempo al blog para regarlármelo a mi misma: horas que sirvieron para amar, reír y descansar. Escribir está muy bien, pero vivir es inmensamente mejor.

Cumplí con mi cuarto: "Poner toda mi energía y corazón en este trabajo que me apasiona". Hay que poner mucho cuidado con lo que se desea.

Y con mi quinto, también. Desafiando los dictámenes de la cordura, llegué hasta el final sin tirar la toalla. Ni por un segundo.

Con mis compromisos cafeteros, cumplí como una campeona: cayó un bombón en Castellón y una "noisette" en París.

Estoy segura de que no cuidé de mis verdaderos amigos cuanto se merecían.

En lo de cortar por lo sano pongo todo mi esmero cada día. Y me cuesta, me cuesta. No sé yo si algún día me sacaré esta asignatura.

No sé si llegué a aprender algo cada día, pues no siempre supe saborear mi tiempo, degustar la esencia de cada momento. No supe encontrar equilibrio. Tan devota fui de mis obligaciones laborales que a menudo se me olvidó vivir. Me di cuenta demasiado tarde, ojeando álbumes ajenos en cuyas fotografías casi nunca figuro. Me perdí muchos momentos valiosos, únicos e irrepetibles, a cambio de poco. Pero algo aprendí, de lo que hoy estoy segura.

Y a la luz de lo aprendido, veamos qué peras le pido al olmo este año. Allá va mi nuevo decálogo.

1. Volver a la India.

2. Seguir mi corazón, sin perder la cabeza.

3. Terminar este blog. Puede que empiece otro, aunque no lo prometo. Creo que este año mi escritura será más íntima y privada.

4. Vivir en el presente, con la mirada al frente. Porque algunos pasos hay que darlos con todas sus consecuencias, dejando atrás otros caminos. Creo que ya está bien de tanto andar cangrejeando por la vida, avanzando de costado y acumulando un lastre de nostalgias.

5. Tomarme un café con mi Principito, aunque no sepa ni cómo, ni dónde, ni cuándo. Difícil lo tengo por la distancia, pero el deseo no falta.

6. Tomarme un chai con David. Y de paso conocer a la segunda promoción del IISE.

7. Leer más y más de todo.

8. Dar a cada uno lo suyo.

9. Encender una vela todas las noches, porque los rituales íntimos son los más importantes.

10. Mi último es un secreto, porque tanto la vida como el amor tienen sus misterios.