Hace un par de meses, un tal "Rasec" se preguntaba cómo íbamos a terminar las obras a tiempo para la apertura del instituto y si entre dos batallas (al bienvenido advenedizo recomiendo leer entradas antiguas del blog, sobre nuestras incesantes luchas contra desastres de toda índole: chapuzas, huelgas, festividades, filosofías mañaneras, monzones y plagas varias) encontrábamos tiempo para preparar las actividades académicas del curso.
Ahora ya puedo responder a la primera pregunta (a la segunda, por falta de tiempo, mejor ni contesto).
El curso arrancó este lunes 12 de enero, en medio de un gran clamor de martillos y taladradoras. Utilizamos sólo la mitad de las aulas (o sea, dos), mientras las otras siguen sirviendo de taller a los carpinteros. Después de seis meses de reiteradas promesas y sucesivos incumplimientos, seguimos sin generador eléctrico y sin red inalámbrica de internet para todo el campus (con un solo rúter en la oficina, la señal no alcanza hasta las aulas).
En fin, mejor no hacer elenco de todas nuestras frustraciones. Lo bueno de trabajar en un escenario como éste es que por fuerza aprendemos a sacar partido de lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que nos falta.
Entre el 8 y 10 de enero fueron llegando nuestros participantes. Alquilamos un mini bus y organizamos toda la logística de recogida al aeropuerto, bienvenida y orientación. Aparte de cuatro maletas extraviadas (afortunadamente recuperadas en el transcurso del mismo día) , cuatro liberianos desaparecidos, sin rastro, en Nigeria (afortunadamente localizados también en el mismo día, en el aeropuerto de Lagos, y redireccionados hacia la India veinte horas más tarde), y una emergencia hospitalaria en el primer día de clases (afortunadamente sólo cuatro participantes y un capacitador han padecido fiebre, diarrea y/o vómitos esta semana, y nadie se ha ahogado todavía en el lago), la operación "llegada" nos fue bastante bien.
Esta primera semana ha sido realmente extenuante para todos. Apenas he tenido tiempo de dormir ni de comer, con que mucho menos de escribir. Pero me siento inmensamente feliz y orgullosa de formar parte de este proyecto. Son los participantes los que me dan ánimo, alegría y fuerza para seguir trabajando:
Gyentzen y Kyila, venidos del Tíbet
Pynhoi y Tiffany, de la India
Khom, de Nepal
Yoshimi, de Japón
Marco, de Colombia
Hussni, de Arabia Saudí
Eric y Julius, de Ghana
Sahr, Johnson, Victor y James, de Liberia
Robert, Jane y Lucy, de Kenia
Xavier, de Sud África
Mohamed, de Sierra Leona
Martin y Holi, de Madagascar
Robbie, Stephan y Jessica, de Alemania
Karin, de Noruega
Y esperamos una persona más, Tina, de las islas Filipinas, que por problemas de visado no llegará sino hasta principios de la semana que viene.
Con cada participante, nuestro campus se va llenando de nuevas voces, idiomas, risas, canciones, instrumentos musicales, historias y testimonios increíbles. Y por encima de todo, de una energía descomunal. Aunque echan de menos a sus familias, todos han expresado felicidad y agradecimiento por estar aquí. Y por los comentarios que he escuchado hoy, también están muy contentos con las actividades que hemos organizado para esta primera semana.
Para algunos, ésta es la primera vez que salen de su país. Algunos nunca habían viajado en avión. Sahr nunca había escuchado en vivo el sonido de un violín antes del fin de semana pasado. Y el otro día, Robert salía del lago tiritando, no por frío sino emoción, pues en sus más de treinta años de vida nunca antes se había bañado en un cuerpo de agua natural.
Y en cuanto a mí respecta, creo que nunca antes había sido tan feliz estando tan cansada.
Fotos tomadas esta mañana, durante una "caza del tesoro":
1 comentario:
Apreciada Isabel:
Me alegro muchísimo que el curso haya comenzado sin "grandes" contratiempos.
La verdad es que todos los alumnos son dignos de admiración. Irse a un pais distinto con la limitación de no poder ver "con los ojos" demuestra una gran voluntad. De todos modos, sería bueno que tuvieran un apoyo psicológico porque tendrán momentos de "bajón" y de querer abandonar. Me imagino que contáis con ello.
Por tu parte, Isabel, veo que de vez en cuando también te da el "bajón". Pero creo que esta experiencia te va a cambiar la vida. Procura descansar todo lo que puedas...Sabes que no estas de vacaciones pero debes estar fuerte para dar lo mejor de ti misma a todos estos alumnos que han venido desde tan lejos...
Por mi parte, gracias, por mantener "vivo" tu blog. Como te dije una vez: "eres una ventana abierta al mundo". Un besote. Rasec.
P.D. recuérdos de tu amigo César. Me dijo que tenía muchas ganas de verte .
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