Tanto hablar de vuelos, maletas y cuentas atrás, casi se me olvida comentar algo importante.
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Hoy me lo ha recordado una amiga, al preguntarme: "pero, ¿a qué te vas a Colombia?"... Cierto, se me había pasado por alto ese pequeño detalle.
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¿Por qué Colombia? Mil razones y una causa.
Razones. Mis ganas de abrazar a Juan Pablo, mi deseo de llevarle un regalo (secreto) que mejore su imagen (sorpresa), mi resolución de tomarme un cafecito colombiano con él, mi ignorancia de todo lo que él sabe, mi sed de aprendizaje (ay, si pudiera beberme el mar de un solo trago), mi hambre de nuevos mundos...
La causa es Arcángeles. Juan Pablo me ha honrado con su invitación y propuesta: ayudar a su fundación con lo único que supuestamente soy capaz de hacer, que es escribir medio bien (el otro medio es mal).
Habré cumplido mi misión si, de aquí a un par de meses, al hacer clic aquí os encontráis con algo diferente a la siguiente captura de pantalla:
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Nota para Juan Pablo: muchísimas gracias, ¡haré hasta lo imposible por no defraudarte!
Nota para Junior: acabo de enterarme de que una señorita de la fundación me estará esperando en el aeropuerto de Bogotá, para acompañarme a otra puerta de embarque. Me voy derechita para Cartagena. Me espera un viaje muuuuy laaaargo :o)
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